También llamada ludopatía o una patología que es un desorden adictivo, específicamente caracterizado por una psicología que no puede ser controlada.
Dentro de un ejemplo encontramos que puede ser apostar, jugar de forma obsesiva y hasta agresiva, con la consecuencia de afectar en su vida, tanto laboral, personal, como familiar y en lo único que piensan es en estar jugando.
En relación a la problemática expuesta, las apuestas deportivas son las que más han aumentado en estos últimos tiempos, es decir, se ha decretado que los videojuegos son una enfermedad clínica siempre y cuando se vuelven adictivos, ya que dejan de comer, no ponen atención o se ignora los eventos en su entorno y se aparta de toda relación humana de familiares y amigos.
Dentro de este marco, en cualquier momento pueden explotar por tratar de quitar su juego o sus apuestas, en habidas cuentas, esto puede provocar trastorno del sueño, ausentismo escolar y aún menos rendimiento escolar, depresión ansiedad, cambios de humor, irritabilidad, trastornos del sueño, trastornos alimenticios, deshidratación, dolores de cabeza, entre otros.
De hecho, ellos están tan enfocados en sus juegos que ni cuentan se dan y podrían llegar a morir si no se atienden de manera pronta.
Han demostrado que la facilidad de los juegos hace más fáciles la adicción, en el caso de los juegos en videos, teléfono celulares y tabletas, hacen aún más fácil que, tanto los niños como los adultos, tienen más acceso a una red virtual, no se especifica que sea malo, pero es el ser humano mismo quien hace un mal uso de dichos aparatos electrónicos.
Muchas veces, desde muy pequeños son los propios padres quien les dan este acceso y es entonces cómo se pueden volver dependientes, ya que hay muchos juegos y aplicaciones en los que se otorgan pequeñas victorias y esto los lleva a un bucle que es una cadena habitual que es diseñada para obtener recompensas y así es como se repite una y otra vez.
Sucede pues, que, se libera una sustancia en nuestro cuerpo llamada dopamina y los jugadores que realizan esta acción son recompensados con dicha sustancia placentera. Así se abre otro portal, lo cual es lo que los hace seguir y seguir este ciclo siempre.
En estos tiempos ya no se juegan los antiguos juegos como los listones cebollitas, fútbol con tus vecinos, escondidas, congelados, atrapados, entre otros juegos tradicionales.
Un niño en este tiempo no sabe siquiera qué es eso y en otros tiempos eso era verdadera diversión, ya que podrías convivir, hacer amigos y lo más importante cuando juegan en línea con otras personas no se sabe con quién realmente estás jugando.
En relación con este tema, sabemos que también hay depredadores que se aprovechan de esta adicción y hacen daño a los niños, pero claro que se puede evitar si los padres están al pendiente. Después de todo, los niños son más vulnerables que los adolescentes, pero que, aun así, no se escapan de lo que puede pasar.
Para un tratamiento como este problema, es necesario enfocarse con el paciente y que este crea nuevos hábitos personales y establecer metas personales, los expertos psicólogos calificados podrán otorgar un tratamiento adecuado para erradicar esta adicción.
Así mismo, también habrá que ver y analizar el por qué desarrollan esta adicción, saber si ha pasado por algún trauma o alguna perdida y es de esta forma como puede canalizar su dolor o frustración en otras actividades más constructivas.
Claro que se debe de trabajar en ello, pero primero se debe de llegar al origen del problema para poder dar la ayuda necesaria, pero esto, solo funciona si la persona quiere, porque un psicólogo por más que quiera ayudar y sepa qué hacer y el paciente no está de acuerdo,.
No se puede hacer mucho, tiene que ser decisión propia ya que si no es así jamás podrá avanzar. La persona cae en un estado de mente cerrada y solo piensa en su necesidad de jugar o apostar.
“Dentro de veinte años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste”.